Tipos de sedación para niños en odontología
TIPOS – NECESIDADES – DUDAS Y CONTRAINDICACIONES
Los niños a menudo pueden sentir aprensión por el tratamiento dental, pero mantener la salud bucal en buenas condiciones es importante, especialmente a una edad temprana. En determinadas situaciones, su dentista puede recomendar el uso de un tipo de sedación durante el tratamiento de su hijo. Este puede ser un concepto preocupante, pero la información correcta le ayudará a descansar la mente.
Tipos de sedación
Existen varios niveles de sedación que su dentista puede optar por utilizar según su hijo y el procedimiento que se va a realizar.
El óxido nitroso, comúnmente conocido como gas de la risa, es el nivel más bajo de sedación. Se mezcla con oxígeno y se administra a través de una pequeña máscara respiratoria. No es invasivo, y una vez que su hijo deja de respirar óxido nitroso, el medicamento abandonará rápidamente su sistema y volverá a la normalidad. El óxido nitroso no hará que su hijo se duerma, pero lo ayudará a relajarse.
La sedación leve generalmente se induce con medicamentos administrados por vía oral. Su hijo permanecerá despierto y, por lo general, podrá responder normalmente a la comunicación verbal, pero su movimiento y coordinación pueden verse afectados. Los reflejos y funciones respiratorios y cardiovasculares no se ven afectados en absoluto, por lo que no es necesario ningún equipo de monitorización adicional ni oxígeno.
La sedación moderada hará que su hijo se sienta somnoliento y, aunque generalmente responderá a la comunicación verbal, es posible que no pueda hablar de manera coherente. Es probable que permanezcan un poco somnolientos después del procedimiento y la mayoría de los niños no pueden recordar todo o parte del procedimiento. Este tipo de sedación se puede revertir fácilmente y la respiración y la función cardiovascular generalmente no se ven afectadas.
La sedación profunda se induce con medicamentos intravenosos y significa que su hijo está completamente dormido. Pueden moverse un poco y emitir sonidos en respuesta a la estimulación repetida o cualquier dolor, pero estarán en un sueño profundo. La recuperación de este tipo de sedación lleva un poco más de tiempo y es muy poco probable que su hijo recuerde algo de lo que sucedió. A veces, la función respiratoria o cardiovascular puede verse afectada por el uso de este tipo de medicamentos, por lo que habrá una persona adicional calificada presente para monitorear a su hijo durante todo el procedimiento.
La opción más profunda es la anestesia general, también inducida por vía intravenosa. Durante una anestesia general, su hijo estará completamente dormido y no podrá responder a ningún estímulo, incluido el dolor. Su hijo no recordará nada del procedimiento y debe permanecer somnoliento durante algún tiempo después. Durante este tipo de sedación, su hijo será monitoreado por un anestesista capacitado en el cuidado de personas bajo anestesia general. El tiempo de recuperación es un poco más largo después de una anestesia general que con otros tipos de sedación, y su hijo puede necesitar ayuda para respirar durante el procedimiento.
¿Cuándo se requiere la sedación?
Hay algunas razones por las que su hijo podría necesitar sedación durante un procedimiento dental. En primer lugar, el procedimiento puede ser doloroso, por lo que la sedación sería adecuada para evitar molestias innecesarias. Dependiendo del tipo y la duración del procedimiento requerido, cualquiera de los tipos de sedación anteriores podría ser apropiado.
Si su hijo está ansioso por visitar al dentista, es importante que su experiencia sea lo más fluida posible para evitar que el problema empeore. El nivel de sedación requerido dependerá del nivel de ansiedad y del procedimiento. Para la ansiedad leve, el óxido nitroso o la sedación leve ayudarían a su hijo a relajarse. Si su hijo es muy pequeño, entonces podría ser apropiado un nivel más alto para evitar que se mueva durante el procedimiento. En casos más extremos de ansiedad o fobia, es posible que se requieran niveles más altos de sedación.
A veces, se requiere sedación para niños con trastornos del comportamiento u otras necesidades especiales. Puede ser difícil, o imposible, explicarles a estos niños por qué se requiere cuidado dental. Por lo tanto, toda la experiencia puede ser muy aterradora para ellos, por lo que se puede usar un nivel adecuado de sedación para ayudarlos a permanecer tranquilos y quietos durante el procedimiento.
Preocupaciones y contraindicaciones
La sedación se ha utilizado en odontología durante mucho tiempo y los fármacos y métodos utilizados se revisan constantemente. Cualquiera que recomiende o administre sedación está especialmente capacitado para hacerlo de manera segura, y durante la sedación profunda y la anestesia general, su hijo es monitoreado por un profesional capacitado en la habitación únicamente para ese propósito.
A veces, la sedación puede provocar efectos secundarios como náuseas, vómitos, somnolencia prolongada y desequilibrio. Estos efectos suelen desaparecer por sí solos. Después de una sedación profunda o anestesia general, su hijo debe ser supervisado de cerca para evitar que se caiga, se ahogue si vomita u obstruya las vías respiratorias.
La sedación de niños para procedimientos dentales es una práctica común y segura. Puede ser preocupante cuando su dentista lo sugiera por primera vez, pero es importante no aumentar la ansiedad de su hijo para que pueda mantener un excelente cuidado dental durante toda su vida.
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