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Los padres transmiten el miedo al dentista a sus hijos

13 Ago

Los padres transmiten el miedo al dentista a sus hijos

MIEDO AL DENTISTA

Desde que nacemos, aprendemos a ver la vida, el mundo que nos rodea a través de los ojos de nuestros padres. Ellos nos enseñan, a través del proceso de la educación, lo que se puede comer y lo que no, que está bien hecho y que no y por supuesto también sus miedos y sus fobias, como tiene que ser, porque el proceso evolutivo así lo ha estipulado ya que suponen peligros en potencia.

Recientemente ha aparecido un artículo basado en un estudio realizado en la revista internacional Journal of Paediatric Dentistry que viene a decir que el miedo al dentista se aprende de nuestros padres. Ellos en el proceso educativo han inculcado, sin querer, nuestro miedo atávico al sillón del dentista. Así que si eres uno de estos asustados pacientes dentales tienes que saber que seguramente no serás el único de tu familia.

Los científicos de la Universidad Carlos III de Madrid, analizaron a 183 niños de entre 7 y 12 años y a sus padres y pudieron constatar que el nivel de miedo entre padres e hijos ante situaciones potencialmente estresantes era prácticamente el mismo.

Este estudio, también explora que rol que desempeñan los padres y las madres en la transmisión del miedo. En este sentido parece que los niños se fijan fundamentalmente en los padres a la hora de decidir si la experiencia de acudir al dentista es potencialmente estresante o no. Este tipo de estudios hay que acogerlo con todas las debidas cautelas, pero siendo así, el padre puede jugar un papel fundamental en la mediando en la transmisión del miedo al dentista entre madre he hijo. La reacción del padre en estos casos es muy importante ya que puede incrementar o disminuir el nivel de estrés que experimentará el niño en estas situaciones.

Pensando en una adecuada atención odontológica, el trabajo con los padres es fundamental ya que los niños como todos sabemos “son esponjas” y absorben como educación las reacciones emocionales de los padres. Sabiendo esto se puede trabajar a través del “contagio emocional” de padres a hijos para bajar los niveles de estrés de los niños en las visitas al dentista.

Si ya no eres un niño, no te preocupes, hay terapias para los casos más graves y si lo tuyo es el típico “miedo al dentista”, procura relajarte ya que cuanto más estresado estés peor reaccionarás al dolor y procura pensar que éste solo existe en el cerebro, o que solo duele el pinchazo o eso dicen ?. Una confesión: en mi caso particular soy un miedoso empedernido, pero desde que Joan me picha la anestesia no siento ni el pinchazo, palabra de honor.

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